Trilogía Deviant

Libro 1/3

 DEVIANT

 La mayoría de los cuentos de hadas terminan con un "felices para siempre". Pero esto no se trata de un cuento de hadas. No hay un príncipe azul a punto de llevarla al atardecer. Es una historia sobre la traición, la lujuria, el deseo y, en última instancia, la venganza...

Y la venganza sólo puede llevar a una cosa.

Tyler

Era mi desconocido, mi visitante, mi sombra en el rincón de mi habitación. Me acechaba, me observaba, sabía todo sobre mí. Pero todo lo que podía hacer era sentarme y esperar. Esperé a que me visitara noche tras noche. Se estaba convirtiendo en mi adicción, mi anhelo, mi obsesión. Conocía cada centímetro de mí, pero yo no sabía nada de él.

Se llama a sí mismo Lotus y, por loco que parezca, creo que me estoy enamorando.

Dean

Quería tomarla, poseerla, dominarla y arruinarla. Quería violarla, complacerla y consumirla hasta que no pudiera soportar mucho más de ella.

Ella querrá que la bese. Querrá que la abrace toda la noche para que sienta una conexión conmigo. Lo haría para que me buscara en la oscuridad. El que satisfaga su última fantasía. Un extraño que se cuela en su habitación. Alguien que le da el máximo placer, pero que también busca darle el máximo dolor. Un dolor que nunca ha tenido que soportar. Un dolor que la carcomerá hasta que no quede nada.

Ella era mi némesis, yo era su loto.

Libro 2/3

REDEMPTION

¿Cómo podría alguien pasar por una traición tan devastadora que se arraigó profundamente en su interior? Nunca podrías perdonar tal dolor... ¿O sí?

Desde que Tyler tenía seis años, se enamoró de ese niño engreído de ocho años con el pelo negro puntiagudo, ojos azules cautivadores y uniforme desaliñado. Desde el momento en que golpeó a un niño por herirla, Tyler supo que no había vuelta atrás. Siempre estuvieron destinados a estar juntos... Siempre.

Entonces todo cambió. El escenario estaba preparado como una trágica obra de Shakespeare, y el mundo de Tyler y Dean, tal como lo conocían, había terminado.

Tyler

Ahora me llamo Jessica. Fingí mi propia muerte, cambié mi identidad, y me mudé miles de millas al otro lado del océano sólo para escapar del único hombre que nunca saldría de mi corazón. Tenía un hijo de cuatro años al que adoraba más que a nada en el mundo. En una fatídica y horrible noche, la vida que conocía desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Dejé atrás a la gente. Gente que me importaba. Gente que nunca olvidaría. Gente que amaba.

Pero, ¿había seguido adelante de verdad?

Nadie me dijo que dejar atrás al único hombre al que había amado fuera fácil. Viví la vida día a día. Incluso conocí a un hombre e intenté sentar cabeza. Evan era un hombre que cualquier mujer desearía. Entonces, ¿por qué no podía amarlo de la forma en que él obviamente me amaba? ¿Por qué no podía dejar atrás al chico de pelo oscuro y ojos azules que consumía todos mis pensamientos? Puede que lo haya dejado, pero nunca me había dejado de verdad.

Nunca podría amar a otro hombre. Dean se aseguró de eso el día que entró en mi vida. Ahora solo soy la mitad de una mujer. Había sido quebrantada y golpeada por el único hombre que creí que siempre podría amar. ¿Cómo podría dejar ir algo así? Supongo que tuve que hacerlo. Me las arreglaba con cada día que pasaba. Me las arreglaba. Me las arreglaba y eso evitaba que me desmoronara. Pero entonces el desastre me golpeó de nuevo. Y un día… todo cambió.

Dean

No puedes esconderte para siempre, Tyler. Siempre te estaré persiguiendo, siempre te estaré buscando, y nunca me rendiré. Si alguna vez hubo una certeza en tu vida, fue esa. Te escurriste entre mis dedos, no una vez sino dos veces. Te llevaste mi corazón contigo cuando me dejaste ese día. Ninguna cantidad de alcohol, mujeres o sacos de boxeo te borrarían de mi mente. No podías estar muerta. No permitiría que estuvieras muerta. Estás ahí fuera en alguna parte. Debo felicitarte por haberme evadido durante tanto tiempo. Siempre fuiste una chica inteligente. ¿Cómo podría no haberme enamorado de ti? Esta vez sí que te escapaste, pero te encontraré, Tyler. Te lo prometo. Y cuando llegue ese día...

Por fin te haré mía.

Libro 3/3

SCOZZARI

Jeremy (Jez) Scozzari

A los cuatro años, fui secuestrado por un enemigo de mi padre, y como resultado de ese día, he aprendido a luchar. Desde los dieciocho años, he sido conocido como Jez (« golpe ») Scozzari porque la fuerza de mi puño es suficiente para derribar a mi oponente con un solo golpe.

Con la ayuda de mi padre, me convertí en una máquina tatuada, construida para la velocidad, construida para la resistencia... en todos los sentidos de la palabra. Estaba preparado para luchar, preparado para prácticamente cualquier cosa. Pero nada me había preparado para que la chica que una vez me robó el corazón volviera a catapultarse a mi vida. Una mirada de ella cuando apareció ese día en la universidad, y yo volví a cuando tenía diez años. Ella fue mi primer amor... mi primer beso.

Y ahora que ha vuelto, no hay forma de que la deje escapar esta vez.

Caitlin Summers

Cuando tenía diez años, me enamoré de un chico que me robó el corazón. Era dulce, amable y gentil. Fue mi primer beso, el que causó una impresión duradera.

Luego, a la edad de trece años, tuve que mudarme, dejando atrás mi corazón que pertenecía a ese chico dulce, amable y gentil.

Ahora, he vuelto, escuchando que el dulce chico que dejé atrás se ha convertido en este chico malo tatuado con una reputación de peleador.

Estaba decidida a no dejarlo entrar. Decidida a poner mis murallas tan altas que ni siquiera el famoso « Golpe » Scozzari podría escalarlas.

Pero entonces llegó mi primer día de universidad cuando lo vi por primera vez en casi seis años. Una mirada suya y mis sólidos muros se derrumbaron con un golpe demoledor. Sólo esa mirada y me tuvo... y supo que me tenía.

Ese fue el primer día en que Jeremy me acechó. Estoy jodida.

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